HACIA
EL 2020
Planes y más planes que se van con el viento, que se alejan sin sentido, y luego me doy cuenta, que la mente trabajólica los invento para distraerme de la realidad.
Acercándose a paso agigantados este 2020 quería dejar todo en regla pero no soy yo quien ordena el universo, este me ordena a mi. Soy solo una marioneta de este juego hilarante que la vida hace con cada uno de nosotros, pese a que vivimos en una sociedad dominada por unos pocos, todos y cada uno somos igualmente manejados por alas celestiales o muchedumbres tenebrosas y las acciones que realizamos no es más que el resultado de otras acciones y otras almas que juegan con las vidas terrenales.
El paso por nuestras vidas de ese personaje que llego, vino a romper con los protocolos y principios de años instaurados con pasos de acero y esfuerzo prolongado. Que jugarreta del destino hacernos ver nuestros errores, nuestras equivocaciones en este andar terrenal? No logro entender el alcance de las acciones de quien ha estado ausente por casi dos décadas.
Y por otro lado no deja de asombrarme la actitud de una familia entera que pelea por una casa heredada hasta sacarse los ojos, tratando de obtener unas lucas y echando toda la relación familiar por la borda. Años de construccion, años de esperanzas de esfuerzos de una madre solitaria para mantener unida su descendencia y tan pronto emprende su vuelo, los hijos a los que tanto amo, se despedazan como jauria de hienas sobre el unico bien que logro obtener junto a su esposo. Realidades como esta son el pan de cada dia en este hermoso pais.
De verdad que la vida en este terruño es cada vez más difícil, y este año 2019 así lo ha demostrado, los lazos familiares están terminando convulsionados por la lucha por obtener beneficios materiales y más materiales. No hay cariño sincero, solo una competencia vil por el poder y el dinero. Y no solo se ve al interior de las familias, se puede observar al interior de los trabajos donde la competencia es dura y cruel. Donde no importa destruir a una persona, para yo ascender al próximo escaño.
Este año 2019 me ha permitido reflexionar profundamente en el sentido del sin sentido de nuestras existencias y paralelo a ello a nivel entorno y país, se han desbocado todas las acciones sociales en un sinfín de matanzas sangrientas, que se niegan al instante. Nuestro país yace en el suelo, con las vidas destrozadas, martirizadas, violadas en lo más íntimo de sus DDHH. Y no hay respuestas, increíble el negacionismo de un presidente de la república y su sequito de seguidores, de un parlamento de todos los colores que se une para no escuchar al pueblo que reclama, y donde todo lo que prima es el Dios Dinero.
El camino se hace cada vez más pesado porque esta crisis no se siente a nivel país solamente, va mas allá, a lo profundo de cada uno de nosotros, a lo más hondo de nuestras almas, se han roto todas las reglas del crecimiento interno y externo, esto se ha convertido en una selva ardiendo en llamas preparando su extinción.
Por primera vez en estos largos años siento que la esperanza se escapa asustada de tanta miseria humana, me siento cansada de ver pasar tanta venganza, tanta frialdad a todo nivel, donde los valores que antes eran fundamentales y que rigieron desde antes de nacer, ya no existen, veo como se dilapidan las existencias tras los beneficios materiales, que se hacen pocos, ante tanta jauría hambrienta, que manera de destruirnos!, ni siquiera hemos respetado el entorno natural que nos rodea, la tierra cada vez más envuelta en llamas , da sus últimos estertores como animal herido, sangra por todos lados, dando respiros y gritos de auxilio. Realmente tormentoso y decadente este siglo XXI, se suponía que era la era del crecimiento tecnológico más importante y trascendente, lo es, pero lo que no dijeron es que también es parte del principio del final.
Me entristece tanta falta de nobleza, tanta maldad individual y grupal, tanta envidia y competencia, tanta ambición y falta de nobleza!
Pido perdón a mi hermosa Pachamama por este desastre. Pido perdón a mi Pachamama, por no haber tomado las medidas correspondientes para enmendar este error, pido perdon por no haber tenido claridad suficiente para prevenir.
Se acerca este 2020 y tengo miedo, me siento cansada, sin ánimos, sin fe, apenada, porque observo este desastre a nivel interior y del entorno y todos los esfuerzos gigantescos de unos pocos en pos de un cambio, caen en oídos sordos e indiferentes.
Solo me queda confiar en el Universo, en el Todopoderoso para que deje caer su mano sabia y protectora sobre cada uno y una de los humanos y seamos capaces de abrir los ojos y darnos cuenta de que este no es el camino. El camino trasciende más allá de todas nuestras debilidades, más allá de todas las competencias materiales. El camino está ahí y nos espera.
Ojala podamos bañarnos en un mar de sabiduría y entender de una vez que desprenderse del sin sentido, nos hará llegar más pronto al sentido universal de la vida terrenal.
Un abrazo
Acercándose a paso agigantados este 2020 quería dejar todo en regla pero no soy yo quien ordena el universo, este me ordena a mi. Soy solo una marioneta de este juego hilarante que la vida hace con cada uno de nosotros, pese a que vivimos en una sociedad dominada por unos pocos, todos y cada uno somos igualmente manejados por alas celestiales o muchedumbres tenebrosas y las acciones que realizamos no es más que el resultado de otras acciones y otras almas que juegan con las vidas terrenales.
El paso por nuestras vidas de ese personaje que llego, vino a romper con los protocolos y principios de años instaurados con pasos de acero y esfuerzo prolongado. Que jugarreta del destino hacernos ver nuestros errores, nuestras equivocaciones en este andar terrenal? No logro entender el alcance de las acciones de quien ha estado ausente por casi dos décadas.
Y por otro lado no deja de asombrarme la actitud de una familia entera que pelea por una casa heredada hasta sacarse los ojos, tratando de obtener unas lucas y echando toda la relación familiar por la borda. Años de construccion, años de esperanzas de esfuerzos de una madre solitaria para mantener unida su descendencia y tan pronto emprende su vuelo, los hijos a los que tanto amo, se despedazan como jauria de hienas sobre el unico bien que logro obtener junto a su esposo. Realidades como esta son el pan de cada dia en este hermoso pais.
De verdad que la vida en este terruño es cada vez más difícil, y este año 2019 así lo ha demostrado, los lazos familiares están terminando convulsionados por la lucha por obtener beneficios materiales y más materiales. No hay cariño sincero, solo una competencia vil por el poder y el dinero. Y no solo se ve al interior de las familias, se puede observar al interior de los trabajos donde la competencia es dura y cruel. Donde no importa destruir a una persona, para yo ascender al próximo escaño.
Este año 2019 me ha permitido reflexionar profundamente en el sentido del sin sentido de nuestras existencias y paralelo a ello a nivel entorno y país, se han desbocado todas las acciones sociales en un sinfín de matanzas sangrientas, que se niegan al instante. Nuestro país yace en el suelo, con las vidas destrozadas, martirizadas, violadas en lo más íntimo de sus DDHH. Y no hay respuestas, increíble el negacionismo de un presidente de la república y su sequito de seguidores, de un parlamento de todos los colores que se une para no escuchar al pueblo que reclama, y donde todo lo que prima es el Dios Dinero.
El camino se hace cada vez más pesado porque esta crisis no se siente a nivel país solamente, va mas allá, a lo profundo de cada uno de nosotros, a lo más hondo de nuestras almas, se han roto todas las reglas del crecimiento interno y externo, esto se ha convertido en una selva ardiendo en llamas preparando su extinción.
Por primera vez en estos largos años siento que la esperanza se escapa asustada de tanta miseria humana, me siento cansada de ver pasar tanta venganza, tanta frialdad a todo nivel, donde los valores que antes eran fundamentales y que rigieron desde antes de nacer, ya no existen, veo como se dilapidan las existencias tras los beneficios materiales, que se hacen pocos, ante tanta jauría hambrienta, que manera de destruirnos!, ni siquiera hemos respetado el entorno natural que nos rodea, la tierra cada vez más envuelta en llamas , da sus últimos estertores como animal herido, sangra por todos lados, dando respiros y gritos de auxilio. Realmente tormentoso y decadente este siglo XXI, se suponía que era la era del crecimiento tecnológico más importante y trascendente, lo es, pero lo que no dijeron es que también es parte del principio del final.
Me entristece tanta falta de nobleza, tanta maldad individual y grupal, tanta envidia y competencia, tanta ambición y falta de nobleza!
Pido perdón a mi hermosa Pachamama por este desastre. Pido perdón a mi Pachamama, por no haber tomado las medidas correspondientes para enmendar este error, pido perdon por no haber tenido claridad suficiente para prevenir.
Se acerca este 2020 y tengo miedo, me siento cansada, sin ánimos, sin fe, apenada, porque observo este desastre a nivel interior y del entorno y todos los esfuerzos gigantescos de unos pocos en pos de un cambio, caen en oídos sordos e indiferentes.
Solo me queda confiar en el Universo, en el Todopoderoso para que deje caer su mano sabia y protectora sobre cada uno y una de los humanos y seamos capaces de abrir los ojos y darnos cuenta de que este no es el camino. El camino trasciende más allá de todas nuestras debilidades, más allá de todas las competencias materiales. El camino está ahí y nos espera.
Ojala podamos bañarnos en un mar de sabiduría y entender de una vez que desprenderse del sin sentido, nos hará llegar más pronto al sentido universal de la vida terrenal.
Un abrazo
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