AmericaTocopilla
Continuando con mis reflexiones sobre Tocopilla, indudablemente siento y compruebo que todo va enlazado en el universo, cada paso que damos tiene una connotación histórica, y son años de años que van generando un hecho a futuro. A algunos nos cuesta mas crecer a otros les es mas fácil, pero es lo que parece, en el fondo son diferentes vivencias, historias diversas personales y de familia, que vienen concatenadas a través de miles de años de estar en la tierra. Creo firmemente en un pasado, que no es a corto plazo, un pasado que nos une, cadenas que nos atan a experiencias que a veces repetimos sin poder cortar los lazos invisibles, sobre todo cuando la suma de las buenas y malas, nos da resultados negativos.

Hoy puedo mirar hacia atrás en esta corta vida, que parece larga, y tan solo sentir para darme cuenta de que estoy unida a esta tierra nortina por algo mas que un trabajo y la familia. Debieron pasar muchas vidas, para que mis pasos se dirigieran al norte un mes decembrino, posterior a las fiestas de fin de año y la historia vivida en Tocopilla ha marcado a mi descendencia y a todos los que me rodean. Insisto que todo tiene una razón de ser y heme aquí escribiendo sobre la realidad que afronta una ciudad que se encuentra curiosamente en lo que se llama el rincón del diablo, paradójico, porque de diablo nada tiene, pero que hay que ser fuertes para soportar tanto abandono y desidia. Si bien han mejorado situaciones como la del Sector Salud, con la llegada de médicos especialistas, a 25 años posterior a mi llegada, es un motivo para estar muy contento, y se lo debemos a la garra de los tocopillanos que pelearon por esto y con una lucha que trascendió muchas fronteras. Ha sido bueno y de verdad me alegra el corazón. Pero continúan algunas especialidades que no pueden resolverse en el mismo Tocopilla, como las de los médicos cirujanos vasculares, que son pocos y deben dar abasto para toda una región. La visita de un paciente a estas consultas, generalmente no es la  única, se repetirán muchas mas, de verdad un tema difícil para aquellos que tienen estos problemas. De todas maneras es importante destacar que si se resuelven problemas y el Policlínico de Curaciones Avanzadas donde trabajo, ha tenido mucho éxito con la recuperación de heridas en los diabéticos, y verlos caminar sin haber perdido sus pies, es muy reconfortante.

Pero aun falta mucho camino por andar, y la gente debe tener mucha paciencia, aun se viaja a Antofagasta, para diversos temas, esos viajes que me parecen eternos, aunado al hecho de que la mayoría solo tiene un hogar y es en Tocopilla, viajes por el día, ya que no existen lugares económicos donde quedarse, y generalmente se viaja con la familia. Siento un cariño inmenso por mis amados pacientes, que les cuesta deambular y solicitan sus interconsultas a un cirujano vascular, especialidad de la especialidad..

Cuando estoy en Antofagasta ciudad de las ciudades, de verdad que me parece volver a la infancia, tengo una capacidad de asombro increíble, y la diversidad de supermercados y centros comerciales, me renueva y da energías para continuar. Pero no puedo evitar comparar como Tocopilla siendo una de las ciudades mas vulnerables del país, tenga que pagar tan altos precios para una necesidad tan básica que tenemos los humanos: la alimentación!!. Es increíble como existe un solo supermercado, que coloca los precios que estima conveniente y además los abarrotes y todo lo que implica sin mayores variedades. Los Tocopillanos deben adquirir a alto costo los alimentos que se le imponen, no hay lugar para la variedad. En especial las carnes, es increíble que debamos consumir aquellas que quedan y resignarnos a no tener las variedades que quisiéramos y solo algo sencillo nada mas. Las personas que tienen un buen poder adquisitivo, que obviamente son las menos, no compraran en Tocopilla, esas personas viajan a Iquique o a Antofagasta, porque de verdad es un ahorro, pese al gasto que genera el mismo viaje, de todas maneras sigue siendo conveniente.

Y cuando mi querido Hospital solicita profesionales para trabajar en Tocopilla. con unos sueldos que en nada son atractivos, frente a esta realidad, me invade una profunda desazón. Porque llegan profesionales jóvenes, pero frente a la oferta y demanda, y a esta realidad para nada satisfactoria, solo se quedan un corto tiempo y luego emigran a lugares mas gratos, donde su dinero logrado con esfuerzo, a través de  años de estudio y sacrificios, realmente les va a compensar.
Difícil vivir en esta tierra árida y lejana. Por eso la gente que se queda y vive aquí posee un corazón de oro!. Y eso para mí es impagable!  He aprendido a amarles y a amar está  tierra de cerros sin vegetación rodeada de ese mar tranquilo que la baña.

Dejare por hoy hasta aquí mis reflexiones..

Un abrazo a mis queridos tocopillanos!!


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